Ubicada en una zona muy remota, esta planta de tratamiento de agua potable (PTAP) con una capacidad de 1 m³/hora es esencial para el funcionamiento de un campamento. Su diseño compacto y eficiente asegura que el campamento tenga un suministro constante de agua potable de alta calidad, vital para el bienestar y la salud de los trabajadores.

La planta utiliza tecnologías avanzadas para la purificación del agua, eliminando impurezas y contaminantes para cumplir con los estándares de calidad necesarios. Este proceso es crucial para garantizar que el agua utilizada en el campamento sea segura para el consumo humano, apoyando actividades diarias como la preparación de alimentos, el aseo personal y otras necesidades básicas.